Los guatemaltecos quedamos marcados permanentemente aquel 4 de febrero de 1976 donde un evento natural mediante un sismo de 7.5 causo un terremoto un miércoles a las 3 de la mañana. Su epicentro fue en Izabal y su duración fue alrededor de 39 segundo donde socavo y causo grandes desastres a nivel nacional.
Según las fuentes históricas más de 23mil personas fallecieron, 76 mil resultaron heridos y más de un millón fueron afectados.
Han trascurrido 48 años y el sentir sigue a flor de piel.
«Guatemala está herida, pero no de muerte”, palabras del General Kjell Eugenio Laugerud.