Recientemente en tuve la oportunidad de leer el libro de Claudia Hernández; versión traducida por una persona que admiro y respeto, Vania Vargas.
Todo libro tiene su esencia y al momento de iniciar mi lectura, tuve una catarsis o interno de cómo podía categorizar el libro que estaba leyendo. Esto surgió porque la narrativa mezcla poesía con narración bibliográfica; y por la trama que narra de la niñez puede que exista un aspecto verosímil en la historia.
Este libro si no hubiera sido por el club de lectura, no lo hubiese leído dado que es una historia de migración y que denota aspectos muy personales de la autora; es algo que no es de mis gustos para poder adentrarte en las lecturas que tengo en lista. Lo importante es darse la oportunidad de leer abiertamente las propuestas que llegan a nuestras manos.