Iniciar un año genera muchas expectativas y ansiedad, para muchas personas. La esperanza de lograr concluir los propósitos que se trazan es un trabajo arduo y constante, varios de estos propósitos, vienen del año pasado y la intención es poder cumplir todos, aunque le realidad, en su mayoría no se logra.
Cumplir los propósitos no es el objetivo, sino tener propósitos de vida para continuar en la lucha y trabajar por romper las barreras para satisfacer nuestras necesidades y crecer como personas.
La esperanza es un elemento inherente que nace del corazón de cada persona. Soñar y trabajar cada día, conllevan cumplir con alcanzar esos propósitos; esto llena el alma y la esperanza se vuelve realidad.
Los caminos de la vida, no son fáciles. A veces, se tiene suerte o las decisiones son muy acertadas que no hay necesidad de replantearse la estrategía, pero hay situaciones se debe enfrentar los obstáculos y salir adelante, esto por medio de las vicisitudes. A esto que denominamos vicisitudes se representa de diversas formas al igual que su impacto. Cada persona tiene la decisión de enfrentar sus adversidades y salir adelante, o bien, quedarse con los brazos cruzados y esperar que la vida los sorprenda, para bien o para mal.
Soñar, creer y tener esperanza, giran entorno de un sentido de vida para continuar avanzando y llegar nuevamente al final de año, y volver a trazar nuevas metas. La vida nos da la oportunidad de empezar una nueva historia para escribir en esta página en blanco lo mejor que merecemos, nunca es tarde y hoy estamos frente a una gran oportunidad.
Buscar la paz y la plenitud es la lucha que todos deberían de trazar ¿Cómo? No existe formula, dependerá de cada uno como moverá las piezas en este juego que llamamos vida.
Un feliz año 2025 para todos. Hagan de sus historias de vida, las más extraordinarias y mejores que nunca antes.