Antagónico

            Mi esposa Món, es la mujer más hermosa del planeta tierra. La conocí en un viaje de negocios financieros donde varias delegaciones de diferentes países nos reunimos en Lima, Perú.

            Fue amor a primera vista, ella estaba a punto de subir al escenario para dar la apertura del evento; a lo lejos solo divisaba su silueta esbelta, cabello rubio y tez blanca. Al subir al escenario y empezar a dar la introducción, nuestras miradas se engancharon, tenía un deseo profundo de ir a por ella y conocerla, pero tenía que esperar el momento perfecto. Fue justo en la velada de esa noche, que me dirigí a su mesa con una copa de vino en mi mano y me presenté. Toda la mesa se nos quedó viendo, ella estaba estupefacta, pero con una sonrisa especial y única.

            Fue el inicio de una historia perfecta a pesar que la noche no alcanzó para conocernos. Con el paso de los días, descubrí que ella lideraba un equipo de auditoría siendo la socia general de KPMG de la ciudad de México; una mujer muy preparada con una licenciatura, y dos especializaciones en finanzas, su trayectoria era sorprendente; y como mujer es descubierto que sus sentimientos son buenos, es tímida, con carácter fuerte, responsable, bondadosa y con muchos defectos, como ser desordenada y olvidadiza, pero la hacen ser perfecta para mis ojos.

            Los años pasaron y justamente, después de esa convención nuestra amistad se hizo cada vez más fuerte hasta llegar al punto de enamorarme perdidamente de ella, con el pasar de los años me dispuse a casarme con ella para formar una familia, nos casamos en Xoximilco un mes de septiembre, con todo el colorido que adorna esa ciudad. Posterior tuvimos a nuestro primer hijo y a los dos años siguientes nuestra hija.

            Món seguía manteniendo su hermosura a pesar de los años, ya contaba con algunas arrugas, ciertas canas y con un carácter muy bondadoso. Ella estaba pensando en dejar de trabajar en la firma para dedicarse completamente a nuestros hijos y a mí.

            Cada etapa de la vida es diferente, y me puedo dar cuenta desde el momento en que la conocí hasta el día de hoy. A pesar que nuestro amor seguimos luchando día a día para ser felices a pesar de los cambios que se presentan. Món renuncia y se dedica completamente a nosotros.

            Pasado alrededor de unos 15 años, Món recibe un citatorio de un Juez de Delitos Financieros, donde la citan para rendir una declaración. El caso corresponde a una empresa farmacéutica donde ella firmo los estados financieros y emitiendo una opinión que las cifras estaban libres de errores y de inconsistencias materiales.

            Pero la empresa manipulo toda la información para que Món emitiera esa opinión. Món estaba devastada ya que, con su equipo, no se recuerda que haya existido tal manipulación y ahora tendría que enfrentar a la justicia por haber sido socia principal en KPMG.

            Para Món, KPMG era su todo, ya que fue la única empresa en la que trabajo y se desarrolló por más de veinte años, era su casa. Ahora tenia que enfrentar a la justicia. Pasado los meses, me enteré que el propietario de la empresa farmacéutica siempre estuvo enamorado de Món y esperó el momento perfecto para hacerle daño, sin importar perder su empresa para dañarla.

            Món fue sentenciada a 40 años de presión, afectando la reputación de su imagen profesional y dañando a nuestra familia. Por más esfuerzos que hice al contratar los mejores abogados, el caso lo perdimos por que el juez estaba sobornado.

            Perdí una batalla, pero no la guerra. Traeré el amor de mi vida nuevamente a mi lado y junto a nuestros hijos, para volver a ser esa familia feliz.        

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