El 3 de noviembre del 2024, quedará en la historia popular de la fe católica guatemalteca la solemne consagración de la imagen de la Virgen de Dolores de la Rectoría de Santa Teresa, ciudad de Guatemala.
Un día especial para el pueblo católico y cuando escuchamos “Consagración”, proviene del latín “Consacrare” resaltando que toda imagen, persona, cosa o lugar, pasa a ser sagrado al servicio de Dios por medio de un rito.
En las imágenes de piedad popular en Guatemala, se arraiga una devoción permanente. Es una tradición que viene de generaciones y que al día de hoy, sigue vivo a pesar que nos encontramos en un mundo completamente digitalizado y con diversas opciones de mentalidad.
Existen cuatro requisitos indispensables para consagrar una imagen, siendo estos:
- Antigüedad
- Devoción
- Veneración
- Fervor
La Rectoría de Santa Teresa, vivió un momento especial que quedará en los corazones de todos sus devotos y en su feligresía al llevar a cabo el rito de Consagración de la Santísima Virgen de Dolores, precedido por el monseñor Eddy Calvillo Díaz, obispo auxiliar de Guatemala.
Llegar a la zona 1 de la ciudad de Guatemala, siempre es un reto y lo diferente, es que este día no hay mayores actividades y no hay tráfico. Caminar por las calles del centro histórico es sorprendente y más cuando hay una actividad procesional.
Para un devoto cargador siempre debe tener un tiempo para ver la uniformidad con la que debe presentarse a su turno, estar algunos minutos antes de cargar, acompañar la mayor parte que pueda en la procesión e ir con un corazón contrito.
Turno 14, brazo 40 y las marchas: bodas de oro, la granadera y Cristo Rey, fueron las que escuchamos en nuestro turno penitencial.