Jamás tendría libros regados por todos lados, es un punto vital. Los libros reunidos en casa afloran la chispa de vida y la puerta a la sabiduría. Aprendemos de ellos, nos volvemos críticos y otras veces solo le dedicamos tiempo a ellos.
Cada persona podrá ordenar los libros, por género, por editorial, o simplemente adecuarlos conforme los vaya obteniendo y vea un espacio libre en la librera. No existe una regla exacta para poder organizarlos, así que tienes libertad de cómo hacerlo.
Tener una biblioteca en casa, da la sensación de estar en una librería. Una librería intima que se vuelve un lugar sagrado.
Existen libros que apreciamos mucho, sobre todo esos libros que fueron los primeros que leímos. Todo queda marcado en la vida, todo es parte de la vida, todo es único.
Prestar libros, ¡jamás!