Los libros nacen, crecen, pero no mueren.

Tener una casa con libros, abre la puerta a un mundo inigualable; que sin duda, existirá un desarrollo significativo para quienes habiten ese hogar.  

 Pero el gusto debe nacer de forma inherente, si es forzado y nunca se toma un libro para leer, será en vano el desarrollo significativo. El gusto de la palabra también nace por sí sola, no tiene que ser forzado.

En la vida hay que recabar libros sin tener un límite. Los libros están castigados y los vemos de espalda o del lomo, pero cuando uno saca un libro es como le quitara el castigo para poderlo dejar expresar.

Los libros son parte fundamental en la vida de las personas.

Ir arriba