Otra perspectiva de vida

Una de las frases que me encanta manifestar cada vez que tengo la oportunidad de conversar con alguien, es la siguiente: “Si no conoces la historia estarás condenado a repetirla”. Es una frase muy fuerte de la cual se desconoce el autor, pero da la oportunidad de reflexionar.

Una de las bases para conocer la historia es poder leer y al referirme a la historia no solo es la parte política o social, al contrario, abarca holísticamente cualquier punto. Conocer la historia nos permite ayudar a conocer más nuestro presente y con esto tomar las mejores decisiones para construir el futuro.

Las personas que luchan constantemente para salir adelante son las que mueven un país y son personas que tratan de aprovechar el tiempo en desarrollar sus capacidades y buscar un desarrollo constante en lo personal y económico; como toda sociedad existe otro grupo que no tiene idea de lo que quiere en su vida y que lleva a un punto de fomentar la pereza y la falta de interés en tomar responsabilidades para crecer.

Los jóvenes necesitan desarrollar su pensamiento critico y aprovechar las energías que tienen para crear ideas con valor; pero lastimosamente la falta de oportunidades o de motivación hacen que carezcan de pensamiento critico a tener un pensamiento mediocre.

La ignorancia, la estupidez y la arrogancia son tres pilares que hay que atacar de raíz iniciando en la juventud. Estos pilares son el camino para llevar a una sociedad a la mediocridad en todo su esplendor; por eso, debemos de hacer el cambio en motivar y formar cuando tengamos la oportunidad en compartir nuestro conocimiento y experiencias hacia las personas que nos rodean y ser agentes de cambio para una evitar que lleguemos a un punto decepcionante y que posteriormente nos podemos arrepentir.

Hay que actuar e iniciar con la purga para luchar contra la ignorancia y esta volverla conocimiento, la pobreza para crear riqueza y la desesperanza en ilusión. Hay que proyectar pasión por las cosas que hacemos, ser plenos, ayudar, desarrollar un pensamiento crítico, y ser felices.

Escrito por Gustavo Godoy.

Ir arriba