En todo proceso de formación, siempre existirán proyectos finales o evaluaciones finales. Esto dependerá de la estrategía del curso o módulo, que una persona recibe en su formación.
Recientemente participé en un módulo de redacción. Fue incriblé poder expandir mis conocimientos y sobretodo compartir con otras personas de diferentes paises. En esta oportunidad les comparto parte del framento de mi proyecto final.
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Nico, mi gran amigo… No podía dejar de observar la expresión de su rostro, quería que le contara todo, sin duda alguna verme le parecía muy extraño y apostaría a que en su mente se le cruzó que algo malo me había pasado.
Sus palabras empezaron a fluir:
–Che, ¿por qué diablos no me avisaste que venías? Y la boluda—, se volteó hacia Valeska, preguntándole: —¿Quién sos?
Dado que la emoción se había apoderado de mí, se me había olvidado presentarle a Valeska Martínez.
—Ella es una gran persona que me está acompañando en esta nueva etapa de mi vida, la considero como mi hija, ya te pondré al tanto de ella.
—Boludo, me asustás, inmediatamente pensé que te habías casado. Y que ya estás fuera de control.
Una risa sincera se dejó notar con total esplendor. Pregunté:
—Nico, ¿estás listo? Quiero ponerte al tanto de todo y el por qué estoy aquí.
Sin perder el tiempo empecé a relatar las razones de mi presencia en Argentina, acompañado de Valeska, mientras degustábamos un café venezolano y de fondo escuchábamos una melodía de Mozart.
Nico no se distrajo en ningún momento, parecía uno de esos alumnos que se enfocan en sus clases. No le mencioné nada sobre Ella porque tenía el plan perfecto para hacer coincidir todo, la preparación me ha llevado cierto tiempo, y la probabilidad de que falle es del uno por ciento. No podía dejar de pensar en Ella, sabiendo que estoy a pocos kilómetros. Mi corazón palpitaba fuertemente.
Terminamos de conversar y de ponernos al día, Valeska estaba feliz. Nico bromeaba con ella, hasta prometió conseguirle novio. El tiempo pasa y hay que saberlo aprovechar. Pregunté:
—¿Qué es de María Florencia, vos, Nico?
—Che, esa piba anda enamorada ¿No te lo ha contado?
—No, tengo tiempo de no hablar con ella.
—Che, realmente nos dejas en el olvido y eso que somos tus mejores amigos, gracias por eso… –dijo en forma de burla—. Vamos a buscarla, debe de estar con su prometido, cuando te vea se llenará de alegría—, continuó Nico.
Nos abrigamos y salimos rumbo a la Plaza Dorrego. En mi mente está Ella, y respirar era más puro que nunca. El momento había llegado, después de ver a María Florencia, llevaría a cabo el plan que había venido preparando para lo que ninguna mujer ha provocado antes en mi vida, Ella…